jueves, 17 de julio de 2014

Balzapote: Tesoro Natural Amenazado

EN GUERRA POR EL BASALTO DE LOS TUXTLAS APIVER usará explosivos para extraer la roca de un área protegida de 52 hectáreas; el proyecto pone en peligro a decenas de especies animales y vegetales y, plantea la posibilidad de perder protección contra huracanes. Los lugareños apoyan la explotación a cambio de beneficios económicos pero los grupos ambientalistas no piensan abandonar la batalla ISRAEL HERNÁNDEZ No conforme con dañar la vida marina del Parque Nacional del Sistema Arrecifal Veracruzano al construir sobre él la ampliación del Puerto de Veracruz, ahora la Administración Portuaria Integral (Apiver) está decidida a derribar decenas de árboles para extraer el material pétreo de Balzapote y convertirlo en dos kilométricas escolleras. Con la premisa de generar empleos, los gobiernos federal y del estado de Veracruz no tienen empacho en romper el equilibrio ecológico con tal de que los veracruzanos "tengan mejores zapatos y coman en mejores restaurantes", según las palabras del gobernador Javier Duarte. Ubicado a 45 kilómetros al norte de San Andrés Tuxtla y a 180 kilómetros al sur del puerto de Veracruz, Balzapote forma parte de una muralla natural de basalto, sobre la que nacen frondosos árboles que son el hogar de decenas de tucanes, saraguatos, osos hormigueros, loros, monos araña y otras especies en peligro de desaparecer. La comunidad de 520 habitantes es parte de la Reserva de la Biósfera de los Tuxtlas, un área natural protegida en la que habitan, por ejemplo, la mitad de especies de aves y una tercera parte de los mamíferos existentes en el país. Pero el tesoro natural que guarda en sus entrañas no sólo representa una oportunidad de vida para la biodiversidad que allí habita, sino que también significa un sueño hecho realidad para 47 familias de la zona. EL BLANCO DE LA DEPREDACIÓN En cuanto se concretó la ampliación del recinto portuario de Veracruz, los encargados del proyecto arriaron las velas para iniciar la obra lo más pronto posible. La zona en la que Apiver ampliará el puerto actualmente está bañada de mar, situación que los obliga a ganar terreno mediante dos grandes escolleras con una longitud de 4 mil 295 metros y 3 mil 495 metros, respectivamente. Para edificar las escolleras, no hay mejor material que el basalto, una piedra que miles de años atrás fue lava volcánica y que tiene características muy particulares de resistencia y durabilidad, sobre todo en zonas costeras con alta salinidad. Apiver no tuvo que ir muy lejos para encontrar bancos de donde poder extraer la piedra necesaria e identificó tres: El primero en el Macizo Ígneo de Palma Sola en el municipio de Alto Lucero; el segundo en el Lomerío Basáltico de Córdoba y el tercero en Balzapote. De acuerdo con el Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana, la Reserva de la Biósfera está localizada dentro de una zona geológica conocida como el Macizo Volcánico de los Tuxtlas, de ahí que sea tan rica en piedra basáltica. El pasado 23 de enero, el organismo portuario ingresó la solicitud para arrancar con el proyecto que contempla 52 hectáreas: 16 serán explotadas, 4 utilizadas para patio de maniobras y 32 no tendrán afectación. Aunque los cerros de 100 metros de altura sobre el nivel del mar ostentan decenas de bancos de roca, el proyecto sólo afectará al Banco "C", mismo que será reducido drásticamente durante 10 años. YA APALABRARON A LOS EJIDATARIOS Lejos de darle prioridad a la conservación ambiental, los ejidatarios ven en el proyecto de extracción de piedra la oportunidad que habían estado esperando toda su vida. "Han venido muchos reporteros como ustedes y se han llevado puras mentiras, dicen y dicen pero eso no es cierto, no se va a destruir el cerro, sólo es una parte", explica Juan Solano. "Aquí hay varios bancos de piedra basáltica, lo que ellos quieren utilizar es el Banco "C", que está en la parte interna del cerro. La zona junto al mar es el llamado banco "A" y eso no lo van a tocar", detalla la ejidataria Rosalba Chang. La señora Chang comenta que sólo un ejidatario está en contra del proyecto de extracción de roca. El resto, asegura, está convencido en que la mejor decisión es vender sus terrenos para obtener dinero y ofrecer un mejor futuro a sus hijos. "Éste es un pueblo muerto, no podemos dejar ir una oportunidad así, por eso estamos a favor de que aprovechen la roca y nosotros a cambio podamos asegurar la comida y la escuela de nuestros hijos", insiste. Félix Promotor Díaz es otro de los ejidatarios. Desde que supo de la oportunidad de vender su parte y conseguir un trabajo bien remunerado, no dudó en aceptar. Ofreció a los reporteros caminar por su parcela para explicar la distribución del proyecto. "Aquí a veces siembro chile y lo que pueda, también dejo pastar ganado, pero ahorita no hay mucho que hacer, tampoco he podido pescar", dice y se empeña en hablar de las bondades que podrían llegar a la población. "Vamos a tener casa ejidal y nos van a componer los caminos, la verdad sí se vienen muy buenos apoyos", cuenta. La gente de Balzapote, tanto los ejidatarios como los pobladores, mantiene cierto recelo en cuanto al tema. Hermética, la mayoría busca evadir el tema. MINIMIZAN IMPACTO: "ES COMO LA PUNTA DE UN ALFILER" El argumento principal de los interesados en sacar la piedra es que la zona ya fue explotada en 1981, año en que se construyó el puerto de Dos Bocas, Tabasco. En 2008, la propia Administración Portuaria Integral de Veracruz obtuvo piedra basáltica para utilizarla en la entonces ampliación del recinto portuario. En aquella ocasión ninguna organización ambientalista ni los habitantes de la comunidad mostraron su oposición. El director de Apiver, Juan Ignacio Fernández Carbajal, minimiza la afectación ambiental que la selva tuxtleca sufrirá. En diferentes declaraciones públicas expone que el proyecto no está dentro de la zona núcleo de la Reserva, razón suficiente para justificar la intervención humana. Además habla de que con base en la extensión total de la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas, el proyecto es apenas un alfiler. "Estamos hablando de una punta de alfiler, es como nada, y con eso es lo que tenemos suficiente, no vamos a destruir la parte que está pegada, como dicen, dinamitar la bahía, eso no es cierto, es puro bla ba bla", dijo a finales de mayo. ENCUENTRA ECO LA RESISTENCIA Antes de iniciar, Apiver necesita convencer a los ejidatarios que son propietarios del terreno en cuestión y la autorización por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). El hecho podría limitarse a una simple operación de compra-venta y al estampado de las firmas, sin embargo, Balzapote se localiza dentro de un área natural protegida y un sector de la población se opone a su destrucción. Movimientos como la Resistencia Organizada para la Conservación Ambiental (La Roca) se oponen rotundamente a que el proyecto prospere, ya que alertan sobre un daño irreparable al santuario verde de Los Tuxtlas. Marly Fernández Sandoval y Birgel Marcel Hervis Landa, coordinadores de La Roca en San Andrés Tuxtla, acusan que las políticas ambientales emprendidas por la Semarnat parecen diluirse cuando de por medio existen grandes proyectos económicos. Para ellos, la riqueza de los mil 155 kilómetros cuadrados que abarca la Reserva es incomparable y no hay recinto portuario que pueda reponer la destrucción del hábitat de miles de especies. En las entrañas de la Reserva viven especies que están dentro de la NOM-059-SEMARNAT-2010, una lista que integra a los ejemplares de flora y fauna en peligro de extinción. Durante el último mes, La Roca ha recolectado cerca de 2 mil firmas contra la extracción de piedra basáltica a través de Facebook y mediante reuniones informativas en el parque Lerdo de la cabecera municipal. "El reunir firmas físicas y a través de las redes sociales nos ayuda a saber cuánta gente está realmente informada del ecocidio que se pretende hacer (...) Nuestro objetivo es informar realmente a la gente de lo que pasará y de la afectación", relata Marly. EN STAND BY EL FALLO DE LA SEMARNAT Si bien la Semarnat todavía no da luz verde para que Apiver concrete el proyecto "Aprovechamiento y Explotación de Roca Basáltica del banco ubicado en el Ejido Balzapote, Municipio de San Andrés Tuxtla, Veracruz", ya aprobó el primer paso: construir un muelle, escolleras y una dársena de ciaboga. Cuestionado sobre el polémico caso, José Antonio González Azuara, delegado en Veracruz de la Semarnat, dijo que evaluarían las ventajas y desventajas, así como su impacto en el ecosistema tuxtleco. Incluso, refirió que hay posibilidades de explotar la piedra basáltica porque el terreno en ojos de Apiver no está dentro de la zona núcleo- un área prohibida para la actividad humana-, sino en la zona de amortiguamiento. Cuatro meses y medio después de que fuera ingresada la solicitud, Semarnat no ha emitido la autorización para explotar la roca basáltica, pero tampoco, al parecer, ha tomado en cuenta la opinión técnica de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), institución que considera "técnicamente no viable" el proyecto. Pese a que la Dirección Regional Planicie Costera de la Conanp envió su opinión a José Antonio González desde el pasado 25 de febrero, la dependencia aprobó el 19 de mayo la rehabilitación de un muelle, escolleras y una dársena de ciaboga. Con el número de permiso 30VE2013HD096, la Secretaría aprueba a Apiver reconstruir un muelle en la costa de Balzapote, pero todavía no otorga la autorización para penetrar el cerro. Diversos medios de comunicación estatales y nacionales informaron que el permiso ya había sido otorgado, sin embargo nunca verificaron qué contemplaba tal documento. Desde luego, el hecho de que Apiver pueda habilitar un muelle incrementa las posibilidades para alcanzar su objetivo, toda vez que la mayoría de la roca sería trasladada a Veracruz vía marítima. QUEDARÍAN DESPROTEGIDOS ANTE HURACANES Cuando la Semarnat recibió el proyecto y el Manifiesto de Impacto Ambiental en modalidad particular (MIA-P), pidió a la Conanp que elaborara una opinión técnica. Veintiún días después de que fuera requerida, ésta respondió con un documento de 29 páginas en las que explica, demuestra y sustenta que el proyecto pone en peligro la biodiversidad del lugar. Tras varios recorridos por el Banco "C", los especialistas de la institución y de la Estación de Biología Tropical "Los Tuxtlas" de la UNAM, detectaron 15 especies dentro de la NOM-59-SEMARNAT-2010, una lista que integra a las especies de vida silvestre en peligro de extinción. En el oficio número FOO.7.DRPCGM.-0126/2014, la Dirección Regional de la Conanp a cargo de José Carlos Pizaña Soto, detalla que identificó elementos florísticos amenazados como la palma (Chamaedorea alternans), además de otras 36 especies de flora. También expone que la Red de Monitoreo de Aves de Los Tuxtlas encontró 31 especies de aves como pelícanos pardo, aguiluchos negros, aguilillas, oropéndolas, gorriones, tángaras, entre otras.Además observaron una tropa de 15 monos aulladores, un tejón, lagartijas e iguanas. Por su parte, la UNAM halló 68 especies de aves, 15 de ellas incluidas en alguna categoría de riesgo de la NOM-59-SEMARNAT-2010 y 20 especies de mamíferos, de las cuales 3 están amenazadas. Investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Sostenibilidad de la máxima casa de estudios del país se tomaron la molestia de redactar un dictamen en el que exponen "el proyecto propuesto atenta contra la conservación de la ya muy delicada biota que persiste en la región". Los 10 especialistas de la UNAM cuestionaron la destrucción de una barrera natural de contención para aminorar el impacto de huracanes y ciclones, así como la eliminación de corredores de selva que conectan con la zona núcleo de la Reserva. En el documento también se hace referencia al Programa de Conservación y Manejo de la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas, el cual especifica que entre las actividades no permitidas están el uso de fuego y de explosivos en áreas forestales. La norma fue citada por la Conanp ante la posibilidad de que Apiver dinamite la zona para extraer la roca, hecho que según los especialistas, perturbaría la vida silvestre. El órgano ambiental también hizo observaciones de carácter técnico, es decir, referentes a la imprecisión del MIA-P respecto a los trazos de los caminos y la delimitación de la zona a trabajar. En resumen, la opinión técnica informa que el proyecto planteado por el organismo portuario contraviene a los artículos 28, 35, 45 y 57 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y de Protección Ambiental, además de violar dos fracciones del artículo 70 del Programa de Conservación y Manejo de la Reserva. Entre las especies que estarían en peligro al verse destruido su hábitat, se encuentran: el lechuzón orejudo, gavilán, tucán pico canoa, loro frente blanca, ticotico gorgiclaro, vireo ojo blanco y golondrina verdemar. Asimismo mamíferos como el murciélago de hoja nasal, el oso hormiguero, el hurón mayor, la zarigüeya, el mono aullador y el saraguato, especies que fueron identificados en la selva existente del Banco "C".

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Explorar lo desconocido


Israel Hernández Sosa

No hace falta emplear métodos científicos para reconocer uno de los grandes defectos que poseemos los seres humanos: el rechazo a lo desconocido.

Esto se da en todo el mundo, pero en México, el problema se agudiza cuando echamos una mirada a varios aspectos de nuestro entorno sociocultural, que van desde la inexistente cultura del reconocimiento a las personas, la desinformación como consecuencia de no ser un país de lectores  y por ende la creación de ídolos y héroes de plástico a iniciativa de la televisión.

Sin bien es cierto que la menos culpable es la gente, poco o nada se ha hecho para cambiar la situación, obedeciendo a intereses del sistema político y económico por mantenernos embobados con  la señorita Laura  y Cosas de la vida, mientras los de arriba se comen el país.

Respetando desde luego los gustos y afinidades de cada quien, creo que es conveniente y necesario, para cambiar un poquito el panorama, buscar alternativas en todos los ámbitos posibles, llámese televisión, deportes, música, literatura, arte, cine, periodismo, gastronomía, tecnología, etcétera.

Y no esperar a que el gobierno municipal, estatal o federal genere espacios para fomentar nuevas propuestas, porque está demostrado que difícilmente éste mostrará interés por involucrarse en algo que sea ajeno a cuestiones electorales e intereses políticos.

A manera de testimonio de experiencia personal, desde muy pequeño me vi envuelto por la música, al grado de que hoy, después del periodismo y de la industria de la información, es una de mis grandes pasiones.

Esto se explica sencillamente. El íntimo contacto que sostuve con ella desde niño se generó a través del huapango huasteco, los boleros de los Dandys y los Panchos, sin excluir a los Beatles y el rock and roll mexicano de los 70 que continuamente escuchaba mi papá.

A esto se sumó la influencia de mis hermanos mayores, que a la postre definió en mucho mi interés musical actual.

Escuché a Silvio Rodriguez, Pablo Milanés, Mexicanto, Alejandro Filio,  Jaime López, Queen, El Tri, Mecano, Nirvana, Joaquín Sabina, entre muchos otros. Al principio, todavía en los noventas, el acercamiento se daba mediante los antiguos casetes y más tarde con los discos compactos.

Y un día me encontré con la música de Mauricio Díaz “El Hueso”. Exactamente, en diciembre de 2006 inicié la exploración de un completo desconocido, pero que en realidad para ese tiempo ya se había presentado en todo el país, Estados Unidos y España, además de haber compartido escenario con grandes artistas como Silvio, Eugenia León, Tania Libertad, Fernando Delgadillo, David Haro, Salvador “El Negro” Ojeda, entre otros que estoy olvidando pero no menos importantes, además de haber editado 7 discos de manera independiente.

En un inicio me costó entender y asimilar muchas de sus letras, sin embargo, la manera de hacer sonar la guitarra era por demás seductora y atractiva para el oído, cosa que años más tarde me haría descubrir a un virtuoso de la guitarra.

Navegué entre sus composiciones, cargadas de una fusión de géneros como son jarocho, rock, jazz, blues, bossa nova, trova y un toque urbano, diferenciándose enormemente de lo que nos presentaban la gran mayoría de artistas.

No fue hasta el 13 de agosto del año pasado, cuando me dirigía al Foro de la Rueca de Gandhi en el centro de Xalapa para escucharlo en su primer concierto de la gira “Dando fruto”, me topé con él sobre la calle Galván.

Sólo lo había visto en un par de fotos, sin embargo no me fue difícil reconocerlo. Primero porque al verlo descubrí el por qué de su apodo: un tipo muy delgado y de estatura media. Y segundo, porque su inconfundible voz lo delató al cuestionarle su identidad.

Por azares del destino, tras haber recorrido el país y Estados Unidos, el 9 de octubre de 2010 cerró su gira “Dando fruto” con un excelente concierto en el restaurante “El Quelite” de Misantla, justamente, una semana antes del nacimiento de su primer hijo y el motivo del nombre de la gira.

Meses después mostró un notado interés por regresar a la ciudad de los venados para compartir sus canciones. Por distintas circunstancias la fecha no se había podido concretar, hasta el mes pasado cuando afortunadamente se agendó el concierto, gracias al apoyo del amigo Dante Romero.

De esta manera, “El Hueso”, considerado actualmente como un ícono de la canción contemporánea mexicana se estará presentando el próximo viernes 30 de diciembre en el Café Cereza en el corazón de la ciudad.

Reitero, respetando los intereses musicales y artísticos de cada quien, la visita de Mauricio Díaz significa una oportunidad muy buena para conocer una alternativa cultural diferente a lo que se ha presentado últimamente en la región.

A estas alturas, tras haber escuchado casi toda su obra, que consta de por lo menos 300 canciones, abordando temas de amor, la vida, la sociedad y la política,  puedo garantizar un espectáculo de calidad, además de una noche sensacional amenizada por acordes y poesía conmovedora.

Exploremos lo desconocido, sin cortarle la vuelta y evitando prejuicios. Esta vez mi propuesta es en el amplio mundo de la música, pero estoy seguro que en otras temáticas la oferta también es vasta e igual de interesante.

Lo que  mucha falta hacen en Misantla son precisamente nuevos espectáculos, y el día que estos vengan, lo mejor es asistir. Por mi parte y desde mi trinchera, incondicionalmente siempre estaré apoyándolos.

La invitación está hecha, nos vemos para cerrar el año en el Café Cereza. Felices fiestas.



martes, 13 de diciembre de 2011

Paxil


Israel Hernández Sosa

Pocos lugares me despiertan un interés permanente como lo hace Paxil. Cada vez que regreso a caminar y explorar la zona por motivos académicos y personales, sigo  maravillándome de lo que durante muchos años fue un paraíso terrenal y que hoy, desafortunadamente, escondido bajo la abundante maleza del lugar, es un sitio olvidado.

Aún recuerdo la primera vez que conocí y fui conciente del significado cultural de Paxil. En un viejo-pero bien cuidado- vocho que tenía mi papá viajé con mi hermano Aníbal Fily a la comunidad de Morelos. Y el paisaje no se borra de mi mente porque en Santa Cruz la celebración de todos santos estaba en su cenit.

Perfectamente recuerdo cómo mi hermano narraba parte de la historia del vetusto Paxil al tiempo de estrenar su cámara digital, de las primeras que salieron al mercado a principios de la década pasada.

El acceso a la zona, recuerdo, no era tan complicado como ahora. Apenas un alambrado de púas cercaba y delimitaba los terrenos que desde hace años son propiedad privada.

Como suelen hacer los visitantes comúnmente, arribamos mediante las angostas escalinatas a la cima de la pirámide de “La Palma” (una de las restauradas en 1994), ubicada sobre el margen derecho del camino de terracería transitándolo de norte a sur.

Contigua a esta última, sobre su cara norte aún era posible apreciar uno de los dos juegos de pelota que posee Paxil. Hoy día sólo se logran ver montículos de tierra de al menos 100 metros de largo.

Para explorar el lado opuesto, es decir, sobre el Oriente de la zona, y donde se sitúan un par de edificios ceremoniales rescatados, sólo había que cruzar un alambrado que cumplía además como cerca para el ganado bovino asentado a los pies de enormes montículos, presumiblemente pirámides cubiertas.

Caminar a través de lo que pudo ser una plazuela era fácil, dado que era notorio el mantenimiento del lugar para evitar el crecimiento excesivo del zacate. En esos tiempos todo indicaba que la gente de Morelos realizaba labores de conservación.

Actualmente, y a diez años de distancia, Paxil está abandonado, ante la indiferencia del gobierno en sus tres niveles y de los pobladores de las comunidades cercanas, peligrosamente cercado con alambre electrificado y convertido en un potrero cualquiera.

Desde luego que existen algunas limitaciones para intentar rescatar la zona arqueológica, sobre todo por el hecho de ser propiedad privada, situación que al menos a su servidor le ha importado poco en las ocasiones que la ha visitado.

Sin embargo, la tan famosa gestión ante instancias federales y estatales que suelen hacer los gobernantes locales ha sido nula. Ya pasaron 17 años desde el último proyecto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el cual llegó con muy buenas intenciones pero que nunca trascendió para consolidarse y fructificar en una reconstrucción.

Tal vez sea difícil rescatarlo en su totalidad ya que inevitablemente el tiempo ha cobrado factura, pero sí es posible excavar y restaurar al menos un 60% del antiguo poblado que dominó el panorama cultural, religioso y agrícola de los totonacas.

Mucho se ha investigado y documentado sobre él, pero nunca será lo suficiente hasta lograr que algún día el lugar sea rescatado todo un patrimonio cultural de los misantecos.

Ante nuestro ojos está, además, un recurso efectivo para fomentar el turismo en la región, lo que representaría desarrollo económico para la región y por supuesto creación de empleos.

Hace un mes entrevisté al maestro Ángel Miguel Cuevas Pérez, cronista de la ciudad. De entre la interesante, profunda, detallada y valiosa información, mencionó sobre la alta posibilidad reconstrucción, situación con la que coincido absolutamente.

Nunca me cansaré de visitar Paxil, mucho menos de investigar, fotografiar y maravillar de un lugar genuinamente mítico y legendario. Asimismo, agotaré siempre todos los medios posibles por alzar la voz, difundir y dar a conocer algo que como misanteco, me enorgullece.